Buzuki y el rebético griego

 

Hablando de instrumentos del mundo, el buzuki tiene denominación de origen. Y ésta es Grecia. Perteneciente a la familia de los cordófonos, con su cuerpo en forma de pera, al tocarse se asemeja a la mandolina en ciertos timbres. Su origen se remonta a la Antigua Grecia y se hacía llamar “panduris”. Sentó un precedente entre los instrumentos de cuerdas de entonces al poseer trastes, con los cuales las notas se hacían más precisas. Según las fuentes, el buzuki fue el precedente del laúd árabe.

En 1923 sucedió la catástrofe de Asia Menor y muchos territorios griegos, como la ciudad de Esmirna, pasaron a formar parte de Turquía. La población griega de estos lugares tuvo que desplazarse a Atenas, el Piréo y Tesalónica, llevando consigo sus sentires musicales, los cuales acabaron fusionándose con el género rebético. Hay que aclarar que en estos tiempos la música rebética pertenecía a las capas sociales más pobres y se cantaba sobre el alcohol, la delincuencia, el hachís y el amor. No es hasta los años 50 cuando este género alcanza popularidad y reconocimiento a nivel mundial.

Tras esta breve introducción, pasamos al disco que queremos presentar hoy, como es habitual, encontrado en los mercadillos berlineses de segunda mano. Se trata de una grabación del sello Warner Bros Records de 1978, donde el buzuki es el protagonista indiscutible. Valiosa antología folclórica, cuyos protagonistas son Míkis Theodorákis, Mános Hatzidákis y Stavros Xarchakos, los tres músicos más reveladores e importantes de la música moderna griega. Hagamos como que estamos bailando cogidos por los hombros antes de haber bebido raki y sumergámosno en la cultura helénica..

¡100% sonido vinilo! ¡Disfrutad!