Jean-Pierre Rampal

 

En 1969 el archiconocido flautista Jean-Pierre Rampal (propietario de la única flauta de oro macizo fabricada en 1869 por el gran artesano francés Louis Loty la veterana arpista Lily Laskine grabaron un recopilatorio de canciones tradicionales japoneses convertidas a un formato netamente clásico. Fue lanzado por el sello fracés Erato, especializado en grabaciones de este género. Rampal por aquel entonces era el maestro de flauta más famoso del planeta, tocando con innumerables orquestas y con otras tantas celebridades. Durante los años 60 emprende numerosos viajes y realiza múltiples aportaciones musicales. Su alcance se extendió mucho más allá de lo ortodoxo. Junto a la avalancha de grabaciones clásicas, grabó canciones folclóricas catalanas y escocesas, música india con el sitarista Ravi Shankar, y, junto a la mencionada Lily Laskine, el álbum que presentamos hoy en nuestro blog, cuya importancia le llevó a ser nombrado el mejor del año en Japón, tras lo cual se hizo adorar por una nueva generación de flautistas japoneses emergentes.

Melodies Japonaises Pour Flute Et Harpe” es un compendio de composiciones clásicas japonesas del siglo XX, cuyos originales eran tocadas con instrumentos tradicionales de este país, tales como el koto o el shakuhachi. La obra empieza con una interpretación de una pieza de Michio Miyagi (1929), “Haru no Umi” (el mar en primavera). Luego continua con dos canciones de cuna, “Cuhgoku Chi Ho No Komori Uta” (1938) y “Aka Tombo” (1927) de Kosaku Yamada, entre otras impecables canciones.

Tanto Rampal como Laskine tuvieron que estudiar estas piezas en profundidad para lograr una eficiente adaptación a sus instrumentos europeos, cuyo resultado fue una obra de alta calidad y simpleza. En particular, la flauta de Rampal, cálida, vibrante y técnicamente perfecta, se compagina con los hermosos acompañamientos del arpa de Laskine. “Melodies Japonaises Pour Flute Et Harpe” es un viaje al país del sol naciente, un disco épico que le valió para que muchos años después, en 1994, el embajador de Japón le entregara la “Orden del Tesoro Sagrado”, la más alta distinción otorgada por el gobierno nipón en reconocimiento por haber inspirado a una nueva generación de aspirantes a flautistas en su país.

Aquí os dejamos con el trabajo. 100% sonido vinilo rescatado de las cloacas de Berlín.

¡Disfrutad!